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Las primeras noticias sobre la Iglesia de S. Maria Assunta dei Pignatelli se remontan a mediados del siglo XV. La primera mención de la existencia de este edificio sagrado aparece en un documento de la Cancillería Aragonesa de Nápoles de 1454, donde se atestigua la concesión de una Capellanía al diácono Alenia de Albi de Castelvetere. La afirmación está acompañada por la titularidad de la Iglesia a Santa Maria de Pinyatari. Algunos han asociado esta denominación con la actividad artesanal de fabricar varias ollas de arcilla, quizás localmente, respaldados por el conocimiento de que en el lenguaje popular a estos fabricantes de vajilla se les llamaba “pignatari”. Otros aún creen que este apelativo se debe, de alguna manera, a la familia Pignatelli de Nápoles. Sin entrar en muchos detalles, se considera confiable la primera hipótesis, ya que no hay ninguna conexión entre la familia Pignatelli y Roccella en los siglos posteriores.
Durante el siglo XVI, esta Iglesia de los Pignatelli y la de S. Maria Assunta o de los Latinis, erigidas dentro de los muros de la Ciudad, estaban bajo el patronazgo de la familia Carafa.
Las visitas pastorales de los Obispos realizadas a lo largo de los siglos nos informan sobre una iglesia que necesita continuamente mantenimiento; solo se sabe que en el altar había un cuadro, sin más información específica. No se sabe nada sobre los enseres sagrados, muebles o la presencia de estatuas.
En 1737, por voluntad del Obispo Idelfonso del Tufo, se procedió a la bendición de las campanas que se encontraban en los diferentes campanarios de las Iglesias de Roccella. Del acta se evidencia que del Beneficio de Maria Ss.ma Annunciata de Pignatelli extra moenia y Ss.ma Annunciata de Maria de Latinis intra moenia, se bendijo una campana dedicada a S. Barbara Verg. Y Mart. Anno 1615. Además, un informe bastante reciente, fechado el 23 de octubre de 1954, ante la Curia Episcopal, notificaba que: “Se informa que la Iglesia “Pignatelli”, declarada gravemente dañada en la inundación de 1953, debido a las recientes lluvias ha sufrido más daños, lo que hace peligroso el paso por los alrededores. Urge tomar medidas…” Se trata de una protesta del Sr. Vittorio Muscoli, propietario de casas adyacentes a la Iglesia.
En la declaración de ingresos de 1742 de todas las instituciones eclesiásticas, se encuentra la declaración de Giovan Battista La Rosa, “administrador de los Ingresos del Beneficio de Santa Maria de Latinis, y Pignatelli sito en esta Ciudad de Roccella de Jus Patronato de la Celsissima familia Carafa …”. De este documento se desprende que el patrimonio terrestre de dicho beneficio era sustancial: “alrededor de 200 tomolate de tierra variada, arable, arbolada con olivos y otros árboles frutales, moreras y “costere”. De todo este patrimonio solo se analizará el territorio de dieciséis tomolate distribuidas alrededor de la iglesia. Se transcribe tal como fue denunciado: “En Primer lugar tiene un comprendido de tierras de tomolate dieciséis aproximadamente, en la contrada Pistonello, colindante con el Vallone di Pistonello. En dichas tierras se han construido algunas casas por muchos particulares de esta Ciudad, pagan un quid minimus censo perpetuo en reconocimiento de dicho Beneficio, y el total asciende a carlini dieciocho aproximadamente, así como cinco cuartos de cebada, y tres tumoli de trigo…”.
Se ha elegido esta porción de las propiedades del Beneficio para justificar un aspecto social relevante.
Desde el año 1600, e incluso antes, la Ciudad en la roca no ofrecía espacios libres para construir nuevas casas para satisfacer la creciente demanda debido al continuo desarrollo demográfico. El príncipe Carafa, el Convento de los Mínimos y las diversas instituciones eclesiásticas que detentaban la gran cantidad del patrimonio terrestre de Roccella permitieron a “particulares” construir pequeñas casas dentro de sus propiedades, pagando un “censo solar” perpetuo. Así surgieron los diversos barrios de Roccella, adosados alrededor de la roca. En nuestro caso, la calle que conduce a la pequeña iglesia, hoy Via Pignatelli, está rodeada de casas que forman el barrio Pignatelli, surgido gracias a esas concesiones beneficiosas.