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La sede de la actual Biblioteca Municipal y del Centro de Estudios de dialectología “Giuseppe Falcone” fue concebida con el tiempo como un centro de referencia para el desarrollo histórico-cultural de Roccella.

Estas fueron las intenciones del Senador Sisinio Zito, cuando esta residencia privada se convirtió en propiedad municipal. Pacientemente se esperó a que esta casa fuera restaurada según los cánones del moderno sistema de restauración de antiguas viviendas civiles. Pasaron varios años antes de que este edificio pudiera ser plenamente utilizado y adecuadamente aprovechado.

Durante ese tiempo, la Asociación Cultural “Roccella Com’era” destacaba en Roccella en el sector de la promoción cultural, histórica y tradicional. El primer presidente de esta asociación fue el geómetra Ilario Antonio Alvaro, apoyado por colaboradores activos con notables habilidades organizativas y de promoción cultural, como el profesor Giuseppe Falcone, el director Domenico Curtale, y los profesores Giuseppe Guarneri y Antonio Simone, quienes fueron los pilares de la asociación, mereciendo elogios por el desarrollo cultural en Roccella durante esos años.

Hubo innumerables iniciativas que queremos mencionar aquí de manera sintética. Una de las primeras acciones que distinguió a la Asociación fue la restauración de un antiguo molino de aceite de tracción animal, único en su tipo en el área de Roccella, ya que esta estructura conservaba todas las piezas utilizadas en el procesamiento de las aceitunas para la extracción del aceite desde tiempos antiguos. Debido al largo período de inactividad de este molino de aceite, presentaba grietas en las paredes que necesitaban ser reparadas y la necesidad de reemplazar el techo. Se hizo todo para preservarlo del desgaste del tiempo y de las lluvias que dañaban las piezas de madera de las que está hecho.

La intención de “Roccella Com’era” era mantenerlo visible y abierto a visitas para promover momentos culturales en todas sus formas en su interior. Esta intención resultó ser un éxito. Junto a él, en una habitación contigua, se inauguró, por primera vez en Roccella, una pequeña unidad museística con una exposición de herramientas utilizadas en la civilización campesina y artesanal.

Para su utilización, la Asociación tuvo que invertir, sin posibilidad de reembolso, parte de sus ahorros. Por todo lo realizado, los fondos gastados resultaron ser ganados, por las numerosas veces que se utilizaron. Se recuerdan visitas guiadas con motivo de las numerosas ediciones del “Borgo in Festa”; visitas guiadas para turistas y grupos escolares; grabaciones televisivas, también por parte de la RAI, bien estructuradas que destacaron la música, la tradición culinaria y los trajes.

Volviendo a la sede, después del trabajo de modernización, el Senador Sisinio Zito, el Alcalde Profesor Giuseppe Certomà y la administración municipal decidieron nombrarla en honor al profesor Gaetano Cingari, convirtiéndose en sede de iniciativas y programación cultural.

La elección del nombre para el centro de estudios dedicado al profesor Cingari es el reconocimiento merecido de la primera obra literaria publicada sobre la historia de Roccella. Esta publicación fue la base desde la cual los investigadores de la historia local comenzaron sus investigaciones para profundizar y ampliar el conocimiento del pasado de Roccella.

En el día de la inauguración de la sede como “Centro de Estudios”, se invitó a diversas autoridades del mundo de la cultura y los estudios históricos, con los profesores Giuseppe Caridi y Enzo d’Agostino a la cabeza. Para la ocasión, las diversas salas fueron adornadas con “retratos” de los diversos Príncipes Carafa que se pudieron encontrar.

“Roccella Com’era”, dada su conocimiento en asuntos carafas, se convirtió en promotora de iniciativas para el conocimiento histórico de Roccella, partiendo precisamente del análisis de más de tres siglos de dominio de estos señores feudales en Roccella. Con este objetivo en mente, se programaron actividades histórico-educativas y visitas guiadas para las escuelas de Roccella, gracias a la colaboración de algunos miembros de la Asociación, particularmente dedicados a los estudios sobre la familia Carafa.

Ante la disponibilidad y competencia mostrada por la asociación hacia la cultura, el Senador Zito y la Administración Municipal acordaron confiar este polo cultural a la Asociación “Roccella Com’era”, conscientes de que en ese momento, nadie más que este grupo podría ofrecer la capacidad, la preparación y el buen uso de la sede para fomentar el crecimiento cultural en Roccella.

La elección de esta Asociación fue ciertamente prudente y acertada, ya que fueron innumerables los éxitos alcanzados en casi veinte años de actividades culturales desarrolladas dentro de la sede del Borgo. Sin detenernos en detalles, se puede pensar en el trabajo de investigación y estudio que dio lugar a una decena de valiosas publicaciones literarias, todas autofinanciadas con los ahorros de la Asociación; la organización de conferencias y reuniones de alto perfil; la preparación y realización de la “Teatro di Strada” durante el período de carnaval; la realización de diversas exposiciones, especialmente sobre la familia Carafa y la historia de Roccella en el Convento de los Mínimos y el Palacio del Castillo; la participación en actividades recreativas y evocadoras de diversos oficios durante las manifestaciones del “Borgo in Festa”; la participación en el “Belén Viviente”, en la “Fiesta del Aceite Nuevo”; la programación del “Desfile Histórico Carafa”.

El único pesar de la Asociación “Roccella com’era” es no haber podido disfrutar, en estos años, del compromiso activo y constante de los jóvenes locales debido a la realidad socio-civil de la época, con la emigración desenfrenada de los jóvenes que, después de completar la escuela secundaria, se trasladan a otros lugares para estudiar en la universidad, y luego viajan por el mundo en busca de trabajo, sin regresar permanentemente a Roccella.

La falta de nueva energía regeneradora plantea un problema serio, no solo a nivel local, en cuanto a la confianza en lo investigado, estudiado y analizado, construido y difundido en todos estos años, un patrimonio de valores sembrados que corre el riesgo de ser infructuoso.

Hoy en día, la Casa de la Cultura mantiene su función como incubadora cultural y de profundización científica sobre la familia Carafa, y también alberga la BiblioTe.Ca. (Contando Calabria): una moderna biblioteca multimedia con un laboratorio de narrativa digital; una sala de computadoras con la posibilidad de consultar libros electrónicos; un patrimonio bibliográfico especializado en el conocimiento de Calabria gracias a autores locales, nacionales e internacionales que la han frecuentado y descrito; una cómoda sala de lectura; un patio interno de renombre utilizado para la presentación de libros y que también ha sido receptora de un prestigioso fondo bibliotecario sobre literatura, cine y ciudades del Profesor Enrico Costa, de la Universidad Mediterránea de Reggio Calabria.